El
Volkswagen Golf GTI Cabrio es el primer descapotable
que la empresa alemana pone a la venta en versión GTI. Está equipado de
serie con capota eléctrica, climatizador y sistema de protección
antivuelco activo, entre otros muchos accesorios. Estéticamente
introduce las mismas novedades que cualquier otro
GTI:
parrilla de nido de abeja, calandra con filos de color rojo, paragolpes
deportivos, estribos ensanchados, tubos de escape cromados y, como no,
las llantas específicas de este modelo de 17 pulgadas.
En el apartado mecánico no presenta novedades respecto al Volkswagen Golf GTI
con carrocería cerrada, es decir, que monta el mismo motor
sobrealimentado de cuatro cilindros con 210 CV de potencia. Pero lo
bueno, es que ofrece 280 Nm de par desde tan solo 1.700 rpm, lo que
garantiza una buena respuesta desde casi el principio. Este motor puede
ir unido a una transmisión manual de seis velocidades o a la
DSG de doble embrague también de seis relaciones.
Las prestaciones que consigue el
Volkswagen Golf GTI Cabrio
son algo inferiores a las del GTI normal (puede que se deba,
principalmente, a que pesa 140 kilos más), pero aún así logra unos
valores fantásticos: acelera de 0 a 100 km/h en 7,3 segundos y alcanza
una velocidad máxima de
237 km/h. Y el consumo, según valores oficiales, se mantiene en una media de 7,6 litros.
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